Diálogos entre Chile y Perú en torno a las arpilleras
Piezas de la colección del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, lienzos bordados por el colectivo Textileras del Museo de la Solidaridad Salvador Allende y obras de la artista chilena Daniela Pizarro fueron parte de la propuesta nacional que se presentó en Lima a mediados de este año.
Fue el embajador de Chile en Perú, Oscar Fuentes, el encargado de inaugurar la gran muestra de arpilleras “Bordando: Mujeres Creando Historias” que reunió a exponentes artísticos de este país con los de Perú en la sala Mamá Ángela del Museo de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social de Lima (LUM). La exhibición correspondió a un proyecto ganador de la convocatoria DIRAC Línea Artistas 2024.
Hilos, lanas y telas retratan las injusticias, la incertidumbre y las esperanzas con coraje y determinación.
Curada por Verónica Sánchez y Francesca Bucci, la propuesta nacio - nal fue diversa y de gran calidad. En la ocasión se expusieron 24 arpilleras de la colección del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, seis lienzos bordados por el colectivo Textileras del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) y dos obras de la artista textil chilena Daniela Pizarro.
La arpillera y el bordado constituyen prácticas artísticas de relevancia para la cultura popular de Chile, único me - dio de expresión para muchas familias que buscaban a sus seres queridos bajo la censura del gobierno militar en los años setenta y ochenta. Aquellos trabajos fueron realizados principalmente por mujeres.
“La persistencia del bordado en grupos de mujeres continúa hasta hoy respondiendo a diversas consignas como el feminismo, la justicia social y la memoria histórica, elevándose como un oficio de resistencia y disidencia del sistema. Estos lienzos, la mayoría de confección colectiva, han estado presentes en marchas y espacios expositivos dejando testimonio de formas de expresión urbanas que manejan lo textil como un espacio para verter historias, pensamientos y anhelos”, cuentan la curadora Francesca Bucci y Solange Santos de la embajada de Chile en Perú, ambas responsables del proyecto.
Visibilizar y sanar
El encuentro albergó a mujeres artesanas, tanto de Chile como de Perú, quienes, a través de la técnica de la arpillería, “comunican una serie de desigualdades sociales; así como las graves violaciones a los DD.HH. ocurridas durante sus particulares contextos históricos, teniendo en cuenta su propia narrativa, coincidiendo en el arte como mecanismo de visualización, sanación y fortalecimiento en comunidad”, destacó Volver al contenido LUM en sus redes sociales
Hilos, lanas, trapos y telas relatan las injusticias, la incertidumbre y las esperanzas con coraje y determinación. Estas creaciones muestran las desapariciones, la búsqueda y las protestas, pero, también, las posibilidades de rearticulación y de colaboración, escribe Verónica Sánchez, curadora y conservadora de colecciones del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
La persistencia del bordado en grupos de mujeres continúa respondiendo a diversas consignas, como el feminismo, la justicia social y la memoria histórica.
Cabe destacar que después del Golpe de Estado de 1973, en Chile surgieron las arpilleras, un grupo de madres, esposas e hijas de detenidos, desaparecidos y prisioneros políticos, quienes, a través del bordado, denunciaron los atropellos que vivieron en la dictadura militar.
Organizaron la actividad el LUM, la embajada de Chile en Perú, en conjunto con la DIRAC y el Museo de la Memoria y los DD.HH. de Chile.