Artista chilena Daniella Santibáñez: “Nuestra participación en Tanzmesse 2024 fue sin duda una experiencia gratificante”

Considerado uno de los eventos más relevantes para la danza contemporánea a nivel mundial, la Feria Internacional de Danza Tanzmesse NRW 2024, en Düsseldorf, Alemania, fue el espacio donde la artista, performer y pedagoga, Daniella Santibáñez, se “dejó la piel” con “Develar” propuesta de luces y sombras en la que dialogan danza, arquitectura y fotografía.

A su regreso, la artista, apoyada por la DIRAC para participar en este evento y representar a nuestro país, se refiere a diferentes aspectos de esta experiencia, a la recepción que tuvo su obra en Alemania y al momento en el que se encuentra la danza contemporánea en Chile, sus desafíos y liderazgos, así como a la educación “potente”, sin embargo “centralizada” en este ámbito de las artes escénicas.

¿Cómo valoras tu participación en Tanzmesse 2024?
Nuestra participación en Tanzmesse 2024 fue sin duda una experiencia gratificante y muy importante para nuestro trabajo, ya que representa una gran instancia de apertura que nos abre paso hacia la internacionalización y, por tanto, a la colaboración y a nuevas posibilidades de movilizar y presentar nuestro proyecto.

En lo personal me lo tomo como un gran reconocimiento al trabajo colectivo y autoral que vengo desarrollando con el proyecto Ensayos sobre la luz y, también, como una experiencia desafiante que me impulsa a seguir aprendiendo sobre las maneras de gestionar, producir y presentar nuestra propuesta dentro de las lógicas del mercado artístico que constituye la Feria Tanzmesse, lo que se traduce en un gran aporte al aspecto profesional de mi desarrollo como artista y trabajadora del campo de la danza contemporánea, coreógrafa y bailarina, en Santiago de Chile.

“Yo me siento parte de una generación de bailarines que aman bailar y que valoran la colectividad y colaboratividad como principios”, señala.

¿Qué aporte crees que le dio a Chile que presentaras tu obra Develar en esta feria? 
Yo creo que se vuelve interesante pensar que Develar es una obra que resulta de una seguidilla de residencias de creación y de una última etapa de composición coreográfica junto a un equipo interdisciplinar de artistas, y eso responde a un modo de producción que logra dar valor a los procesos creativos más que a los resultados, o dicho de otra manera, el resultado habla del valor del proceso. Y yo creo que eso habla muy bien de los artistas independientes de nuestro país, ya que muestra nuestra gran habilidad de trabajo en equipo y de autogestionar nuestro propio trabajo.

Por otro lado, la obra se pregunta por la sensibilidad entre la luz y el cuerpo, integrando en su proceso creativo diversas miradas que cruzan la fotografía, la arquitectura y el diseño escénico, para llevar a la danza una propuesta original y abierta a diferentes comunidades y/o públicos. Y yo creo que ese es un valor muy grande que poseemos los artistas chilenos, de posicionar nuestras creaciones como laboratorios de experimentación y de múltiples cruces que abran perspectivas, de manera práctica y reflexiva. Yo me siento parte de una generación de bailarines que aman bailar y que valoran la colectividad y colaboratividad como principios que permiten abrir preguntas y expandir un poco la percepción de los  límites disciplinares.

¿Qué acogida ha tenido el público de tu obra?
En Chile tuvo una hermosa recepción y acogida, por parte de nuestros colegas y también de parte de personas que no se relacionan comúnmente con las artes escénicas o en especial con la danza contemporánea. Y eso para mí es un súper valor que tiene la propuesta, ya que conecta de manera horizontal con las personas, sin necesidad de tener expertiz en el tema, para ser movilizado por las diversas experiencias que ofrece la obra, la que abarca tanto la dimensión corporal danzada como su dimensión visual, que se destaca por su original propuesta de vestuario,  diseño lumínico y sonoro de la pieza. Esto, se percibió también en nuestra experiencia en Tanzhaus, donde las personas manifiestaron el valor por la sensibilidad en el despliegue corporal y en los detalles y sutilezas que presenta la obra. Además, llevamos nuestro fanzine que logra compartir parte del proceso escritural de la pieza.

El movimiento de la luz
Y para ti, qué significado tiene tu proyecto “Develar”…
Para mí Develar responde a un deseo personal por dar valor a la expresión de la interioridad de un cuerpo, y con ello me refiero a su dimensión material, emocional y espiritual. La intriga por percibir la luz y la oscuridad me movilizó hacia preguntas que nos hicieron reflexionar sobre la importancia de la luz y su presencia en las diversas culturas, narrativas y disciplinas, descubriendo así su implicancia en todo lo viviente. En este sentido, en Develar se plantea que la luz forma parte de los cuerpos y que la luminosidad no es solo un elemento pasivo sino una entidad propia, actante y vital: somos formas que adquiere la luz cuando toca la materia, las cosas son el trazo que deja la luz y la oscuridad.

El proyecto tiene una pregunta clave: ¿cuánto de luz hay en el cuerpo y cuánto de cuerpo tiene en la luz? lo que deviene a pensar en cómo se materializa la luminosidad, la oscuridad y la sombra, cómo se mueve la luz y, por otro lado, cómo sería un cuerpo desmaterializado en luminosidad. Esto nos llevó a plantear la composición coreográfica vinculada a un especial diseño integral (lumínico, sonoro y de vestuario), donde aparecen referencias ligadas a la metamorfosis en lo viviente, al desarrollo de la interioridad y espiritual del cuerpo que baila, y con los procedimientos de la fotografía análoga, presentando una pieza interdisciplinar rica en dramaturgia y que posibilita múltiples lecturas.

“Para mí ‘Develar’ responde a un deseo personal por dar valor a la expresión de la interioridad de un cuerpo, y con ello me refiero a su dimensión material, emocional y espiritual”

¿Por qué es importante para Chile participar en ferias como Tanzmesse?
Es importantísimo posicionar la creación artística de la danza en instancias como ésta porque Chile tiene artistas muy buenos y diversos en capacidad, lenguaje, creatividad, adaptabilidad, resiliencia, sensibilidad,  fuerza, capacidad crítica y reflexiva, entre otras y muchas más aptitudes que puedo ver y honrar entre mis colegas. Creo que el nivel de la danza sudamericana es super potente y tiene mucho que decir y aportar entre nosotras y al mundo. Por tanto, creo que es importante para Chile dar cuenta de la alta calidad en nuestras propuestas artísticas, así como también dar apoyo y solvencia a que ello se siga perpetuando con el tiempo.

En estas instancias como Tanzmesse se hace más fácil poder conectar con otros artistas de diferentes latitudes y contextos, compartir experiencias, pensar y crear nuevas instancias de colaboración e intercambio artístico, y también tener la posibilidad de conocer espacios de exhibición en otras partes del mundo, lo cual enriquece tanto el programa de la Tanzmesse, y así como las posibles conexiones y oportunidades de trabajo y de proyección profesional que son vitales para nuestra comunidad.

¿En qué momento está la danza contemporánea en Chile? ¿Qué proyección tiene?
Es súper difícil responder esta pregunta, porque la danza contemporánea en Chile tiende a ser vista desde una perspectiva centralizada, y lo que yo veo es una gran resistencia y movimiento en regiones distintas a la metropolitana, por sostener formaciones e impulsar festivales y encuentros de danza con o sin financiamiento. Sin embargo, desde mi perspectiva de la capital y de lo que alcanzo a percibir de mis colegas en otras regiones, observo un panorama súper fértil pero también muy agotado y precarizado por la falta de recursos e instancias frente a la alta demanda y movimiento de un gremio que está muy activo creativamente.

¿Cuáles son los desafíos que presenta la danza contemporánea chilena?
Lo único que pienso hoy en día son las posibilidades de generar financiamiento. Fondart no alcanza para vivir y tampoco alcanza para todos los artistas, por tanto, el desafío más presente y pregnante que logro visualizar desde mi perspectiva, como artista que tiene un reconocimiento y alta demanda en el campo de las artes escénicas, es preguntarnos cómo sostener y profundizar en  nuestras prácticas artísticas en un contexto laboral de alta precarización laboral. Sin financiamiento no hay profesionalización.

¿Qué te parecen los liderazgos y la educación actual en este rubro? Avances y retos que se afrontan.
Me parece que la educación en danza en Chile es potente, sin embargo, sigue siendo muy centralizada. Las únicas escuelas de danza profesionalizantes están en Santiago y a lo largo de las otras regiones se impulsan instancias de profesionalización que muchas veces dependen de los fondos concursables del Estado. Sin embargo, la calidad de los bailarines en el aspecto de la danza contemporánea es muy alta y se logra destacar en diferentes contextos, ya que también respondemos a un perfil que reflexiona sobre sus prácticas y sobre los contextos con los que se vincula.

Los liderazgos también están teniendo poco a poco representatividad por distintas organizaciones y gremios que logran dar valor a la colaboratividad entre artistas de diversas regiones, como lo es Danza Sur, por ejemplo, o Corredor Sur. Sin embargo, sigue siendo una pregunta el cómo mejorar las instancias de vinculación y representatividad en un país muy diverso y expandido.

“Develar” se plantea que la luz forma parte de los cuerpos y que la luminosidad no es solo un elemento pasivo sino una entidad propia, actante y vital: Me parece que la educación en danza en Chile es potente, sin embargo, sigue siendo muy centralizada.