Diego del Pozo, agregado cultural de nuestro país en Francia: “Para Chile es un lujo tener a Gabriela Mistral. Deberíamos fortalecer infinitamente su imagen como nuestra embajadora cultural”
Escritor, cineasta, profesor, gestor cultural y autor del libro sobre Gabriela Mistral “Recados completos”, Del Pozo se refiere, en entrevista con DIRAC, a la obra e importancia actual de nuestra Premio Nobel de Literatura.
A propósito de los 135 años del nacimiento de Gabriela Mistral, Diego del Pozo (1983), escritor, cineasta, profesor y gestor cultural, nos cuenta desde París sobre la vida, obra y el legado de Gabriela Mistral en Chile y el mundo. Y es que la carrera de este agregado cultural de Chile en Francia ha estado ligada a la memoria cultural de nuestro país, a partir de varios libros publicados, donde destacan los rescates editoriales de nuestra Premio Nobel y Violeta Parra.
Sin ir más lejos, en 2023, el autor, quien también ha producido y dirigido series de televisión, videoclips y principalmente documentales cinematográficos, como Cantalao (2017), una película que aborda el destino post mortem de Pablo Neruda y su relación con la historia chilena reciente, publicó su obra “Recados completos” (La Pollera).
Diego del Pozo en esta entrevista ahonda sobre “Recados completos”, que contiene 114 recados, la parte esencial de trabajo de Mistral realizado durante su madurez intelectual, y que el investigador recopiló de diarios y textos antologados e inéditos. Se trata de una labor de años, que ha tenido una buena llegada en librerías y que le permite cumplir con su inspiración de siempre: la divulgación de la figura de Gabriela Mistral.
“Mistral fue una tremenda defensora de la igualdad, de la equidad de género, de los derechos de la mujer y su mensaje debería ser algo que fortalezca la Política Exterior Feminista que tiene Chile”, comentar Diego del Pozo.
El agregado cultural también se refiere a los temas propuestos por Mistral en sus escritos de hace ochenta años y que trascienden hoy, como el cuidado del medio ambiente, el fortalecimiento de democracia y la igualdad de género, convirtiéndola en una autora “absolutamente atemporal”, dice.
Y, de igual manera, la menciona como “un referente para prácticamente todos y todas las poetas de Chile”, entregando, además, esta nueva visión que se está instalando de Mistral como “tremenda intelectual”, dejando atrás la imagen más “descafeinada” de la profesora rural dedicada a la poesía infantil. La influencia en la construcción de la Política Exterior Feminista es otro de los puntos que trata en esta entrevista.
“Nadie puede ser indiferente a ella. Se le enfrenta, se le critica o se le alaba. De todas maneras, es muy difícil copiarla”, señala Diego del Pozo.
A alguien que está comenzando recién a leer a Gabriela Mistral, ¿qué libros o poemas recomendarías?
Viene de cerca la recomendación, pero para mí los “Recados” de Gabriela Mistral son una parte esencial de su obra, donde se manifiesta tanto su trabajo en prosa, como su trabajo en poesía. Entonces, son una parte de su obra que permite a los que ya la conocen profundizar en temas, pero también a quienes no la conocen para nada acercarse a ella desde una de las partes cumbre de su labor. Ahí están prácticamente todos los temas esenciales y es una parte de su obra que está trabajada ya desde la madurez. Entonces encontramos a una Mistral que no está en búsqueda de su voz, sino, por el contrario, es una Mistral que ya, a esa altura, está consagrada. Así que yo creo que los “Recados” podría ser un buen punto de partida.
¿Cómo se puede observar la influencia de Gabriela Mistral en la poesía chilena de los últimos setenta años?
Yo creo que Mistral es un referente para prácticamente todos y todas las poetas de Chile, en el sentido de que tiene una influencia transversal. Su poesía no solamente produce una especie de escuela temática, sino también es un referente como intelectual. Y, de alguna u otra forma, yo diría que Mistral es como la madre de la poesía chilena. Nadie puede ser indiferente a ella. Se le enfrenta, se le critica o se le alaba. De todas maneras, es muy difícil copiarla. Se ve, por ejemplo, en autores como Enrique Lihn, que tiene su preciosa Elegía a Gabriela, hasta Roberto Bolaño, que escribe algunas maravillas sobre ella. El mismo Neruda estuvo influenciado por Mistral. Yo creo que prácticamente todos los poetas de Chile tienen en alguna parte de su biblioteca personal a Mistral de manera presente.
¿Cómo ha sido rescatado el legado de Gabriela Mistral en el mundo?
Un poco como ha pasado en Chile, me da la impresión que en los últimos años, a partir de la aparición de su legado inédito, ha revolucionado un poco la visión que se tenía de Gabriela Mistral. Esta imagen de la profesora rural que escribía poesía infantil, que es un poco la imagen que quedó instaurada durante muchos años, se ha ido dejando atrás. Y desde mi experiencia, al menos, los años que he vivido fuera de Chile, tanto acá, en Francia, como en Finlandia o Portugal o por EE.UU., me da la impresión que hay mucha sorpresa sobre esta mujer que ganó el Premio Nobel. Se empieza a descubrir que, además de escribir poesía infantil, que es como se le conoce, esta visión un poco descafeinada, ella era una tremenda intelectual, y que tiene poesía mucho más contundente, a veces, que la poesía infantil que se le conoce.
Entonces comienza a aparecer, poco a poco, en los últimos años, una Gabriela Mistral más completa y que empieza a ser tremendamente atractiva. Sin ir más lejos, acá en la Universidad La Sorbona, quizá la universidad más importante de Francia, se acaba de abrir la cátedra Mistral. Este año esperamos tener ya un tercer libro de Gabriela Mistral traducido al francés, un proceso que se ha dado en los últimos cuatro años. Entonces, hay un interés contundente y empieza a crecer la visión que se tiene de ella, afuera de Chile, así como ha pasado, también, en nuestro país.
¿Cuál cree que son los grandes temas planteados por Mistral y que trascienden hoy?
Yo siempre lo he dicho, Gabriel Mistral es una de estas mentes, de estos artistas intelectuales atemporales, así como Aristóteles o Dante. Los temas que Mistral tiene en su poesía, su estilo poético, es muy difícil clasificarlo como en un momento del Siglo XX. Es de una vanguardia tremenda en ese sentido, tanto por su particularidad, como por las temáticas que aborda. Y esto también se manifiesta en su prosa, en sus escritos quizá de carácter más intelectual. Temas como el indigenismo o el americanismo, la defensa del medio ambiente, temas que están muy en boga y que ella empezó a trabajar desde hace ya casi unos 80 años.
Sin ir más lejos, el cuidado del medio ambiente, el fortalecimiento de la democracia, como hay que cuidar la democracia, todo el tema de la igualdad de género, que está desde muy temprano en su obra, hace más de cien años que Mistral viene escribiendo de esto. E incluso algunas cosas que ella plantea, por ejemplo, en la década del ‘40, sobre la necesidad de integrar la tecnología en los procesos educacionales, algo que hasta el día de hoy estamos muy al debe. Lo que significa hoy día toda la educación digital, la llegada de la Inteligencia artificial. O sea, si bien no son exactamente los mismos procesos digitales o las mismas transformaciones técnicas las que están en los textos de Mistral, sí la manera de abordarlas y la preocupación porque estos sean parte de los planes educativos ya estaba en su obra. En ese sentido, yo diría que están los temas principales que aquejan a la humanidad hoy, están en los textos de Gabriela Mistral. Ella es una autora absolutamente atemporal en ese sentido. Trascienden hasta hoy y muchas veces pareciera que textos de Mistral rescatados hoy día escritos hace ochenta años en verdad hubieran sido escritos ayer.
“Comienza a aparecer, poco a poco, en los últimos años, una Gabriela Mistral más completa y que empieza a ser tremendamente atractiva”, señala el agregado cultural de Chile en Francia.
¿Cómo embajadora cultural, de qué manera ha pavimentado el camino para la construcción de la PEF?
A mi juicio, Gabriela Mistral es, sin comparación, la mejor poeta y la más grande intelectual de Latinoamérica del Siglo XX, y de alguna manera para Chile es un lujo tenerla a ella y deberíamos fortalecer infinitamente su imagen como nuestra embajadora cultural o la figura cultural de nuestro país más relevante para exportarla como mensaje. Todo lo que pueda ser influenciado por el pensamiento de Mistral y por su obra poética, estoy seguro que nos va a conducir por un futuro mucho más próspero y mejor.
El mensaje de Mistral es un mensaje que, por lo demás, no es sólo para Chile, sino que es un mensaje hacia la Humanidad. Esto se ve, sin duda, por ejemplo, en cómo es el tono de sus textos y a posteriores a que ganó el Premio Nobel. Ella empieza a hablar casi como una embajadora de Latinoamérica, abogando por la paz mundial, algo que, sin ir más lejos, es también completamente actual. Pero sobre lo que significa esta Política Exterior Feminista, Mistral fue una tremenda defensora de la igualdad, de la equidad de género, de los derechos de la mujer y su mensaje debería ser algo que fortalezca la Política Exterior Feminista que tiene Chile y que por supuesto es un orgullo para toda la misión diplomática que tiene nuestro país.
Escribiste “Recados completos” (2023, La Pollera), 114 escritos que Gabriela Mistral publicó en su madurez intelectual y como escritora ya consagrada, y que han terminado en esta obra de ¡750 páginas!, ¿por qué leerlo? ¿Y a qué se debe, a tu juicio, la buena recepción que ha tenido?
A mi juicio los “Recados” son como la parte esencial de la obra de Mistral. Si bien es bastante extenso, es un libro que permite a los que no conozcan a Gabriela Mistral acercarse tanto a lo esencial de su obra, tanto en prosa como en poesía; a aspectos biográficos, porque hay cartas; y, también, hay muchos textos en prosa. Entonces está su pensamiento muy bien desarrollado.
Diría que está toda la esencia de la obra de Mistral y es por eso que ha generado tan buena recepción, porque a pesar de las distancias temporales nunca nadie se había aventurado a hacer este rescate y a juntarlos todos en una sola publicación, a pesar de que había un gran acuerdo sobre que esto era lo mejor de Gabriela Mistral. Entonces, tenerlo finalmente reunido, es como un libro que, me imagino, pasará a ser de cabecera para muchos, lo cual me llena de alegría darme cuenta que un trabajo que tardó tantos años, que me costó tanto, tenga una buena llegada y que, de alguna manera, sirva como lo que ha sido siempre la inspiración de mi trabajo con Gabriela Mistral: la divulgación de su obra.