Entrega de valiosa colección fotográfica donada a la Biblioteca Nacional
Más de dos mil placas estereoscópicas, entre positivos y negativos, conforman esta colección que retrata paisajes y escenas familiares de la primera mitad del Siglo XX. La llegada de la colección a Chile fue coordinada por la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consulado General de Chile en Toronto, Canadá.
Una importante colección fotográfica patrimonial perteneciente al chileno residente en Canadá, Pascal Muzard, fue donada al Archivo Fotográfico y Audiovisual de la Biblioteca Nacional de Chile para su resguardo y puesta en valor.
En una ceremonia realizada ayer en el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Subsecretaria de Relaciones, Sra. Carolina Valdivia, hizo entrega al Subsecretario de Patrimonio Cultural, Sr. Emilio de la Cerda, del valioso material consistente en un total de 2.048 placas de vidrio estereoscópicas.
Asimismo, en el acto al que participaron representantes de la Familia Muzard se firmó el acta de donación con María Antonieta Palma, Directora (S) de la Biblioteca Nacional.
La colección abarca casi la totalidad del material producido por el abuelo de Pascal Muzard, André Muzard Koller, entre los años 1909 y 1954, tanto en Chile como en Europa, principalmente Francia. Las fotografías fueron tomadas con una cámara "Vérascope" y en su mayoría retratan escenas de familia y paisajes.
Dado su valor documental y patrimonial, la Biblioteca Nacional un destino óptimo para la colección de fotos ya que garantiza que estarán bajo el cuidado de expertos y serán accesibles al público a través de la plataforma Biblioteca Nacional Digital.
La llegada de la colección fue coordinada por la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (DIRAC) y el Consulado General de Chile en Toronto (Canadá), a través de valija diplomática, lo que da cuenta del compromiso permanente dela Cancillería en las acciones de reintegro de patrimonio.
“Esta actividad constituye una línea relevante del trabajo que desarrolla el Ministerio de Relaciones Exteriores para identificar y repatriar bienes culturales, en su más amplio sentido, con el objeto de que se reintegren a nuestro acervo patrimonial nacional”, destacó la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia.
Asimismo, valoró el trabajo mancomunado entre actores privados e instituciones públicas que participaron para hacer posible la donación y agregó que “a partir de ahora contamos con una serie de documentos que permitirán, no sólo conocer mejor nuestro pasado y nuestra historia, sino que, además, favorecerá el desarrollo de mayor conocimiento para Chile y sus generaciones futuras”.
De la miasma manera, agradeció a la Familia Muzard que decidió “compartir desinteresadamente parte de su inestimable patrimonio familiar para el mayor beneficio de todos los chilenos”.
Reseña de la colección
André Muzard, el autor de la colección fotográfica donada por sus descendientes, nació en Santiago de Chile en 1879 y fue hijo de Ernest Muzard y de Cécile Koller.
Durante su vida debió viajar de manera constante a Francia por motivos de negocio, y fue principalmente en esas visitas en que se desarrolló su interés por la fotografía.
La colección da cuenta de una persona para quien la familia era muy importante, siendo el tema que está más presente en sus fotos. Abundan escenas de matrimonios, almuerzos al aire libre, playas de veraneo (Constitución, Zapallar en Chile, Les Petites Dalles en Francia). Además hay fotos de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Portugal y Suiza, y hasta de una travesía por el canal de Panamá. Todos lugares que se encontraban en la ruta entre Chile y Francia, según cada viaje.
Por muchos años esta colección permaneció guardada, un poco olvidada, en casa de su hijo Juan Muzard. En 2003 su nieto Pascal Muzard la llevó a Toronto, Canadá, donde reside actualmente. Parte de la colección se encontraba en las bandejas originales del mueble-visor Vérascope. El resto de las fotos estaban en pequeñas cajas de cartón.
Durante el 2017, Pascal Muzard se puso en contacto con el Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional con la idea de donarlas para legar este valioso patrimonio fotográfico a Chile. Fue así como ordenó y digitalizó las 2.048 placas de vidrio para analizarlas una por una. Esto le permitió crear una base de datos con toda la información pertinente para cada foto: año, lugar, personajes, y cualquier otro dato relevante.
Por tratarse de vidrio, es una colección muy frágil, y que inevitablemente ha sufrido con el tiempo. La emulsión fotográfica también es delicada. Por este motivo, se realizó la conservación en cajas libres de ácido, con las dimensiones que permitieran guardar las fotos en sus bandejas y contenedores originales, por lo que la colección llegó en perfecto estado.