Las momias Chinchorro de Chile, las más antiguas del mundo, ahora son patrimonio de la humanidad
La UNESCO reconoció que la cultura Chinchorro momificaba sus muertos dos mil años antes que los egipcios. Así inmortalizaron a muchos miembros de la comunidad que morían prematuramente, intoxicados por el arsénico del agua.
El Comité del Patrimonio Mundial de UNESCO inscribió en su célebre y prestigiosa lista al asentamiento chileno del norte de Arica y Parinacota, en donde se desarrolló la cultura Chinchorro, creadora de una técnica de momificación muy anterior a la egipcia, generalmente la más difundida.
En una sesión virtual realizada desde Fuzhou, China, la agencia de la ONU reconoció como de mayor antigüedad las momias de Chinchorro, que evidencian una técnica artificial de conservación de muertos desarrollada en esa zona de Chile.
Desde que se produjeron esos hallazgos, a principios del siglo XX, se sospechó que esas momias podían datarse en el 5000 antes de Cristo y que manifestaban una técnica al menos dos mil años anterior a la que se difundió desde Egipto.
Con esta nominación "la UNESCO valida a nivel internacional, mediante diferentes expertos, que los asentamientos y la momificación artificial de la cultura Chinchorro tiene un valor excepcional, que tiene una importancia mundial", dijo el antropólogo chileno Bernardo Arriaza, uno de los gestores de la postulación. "Se reconoce así el valor excepcional del más antiguo proceso de momificación universal de cuerpos en el mundo", celebró el presidente chileno Sebastián Piñera, en su cuenta de Twitter.
Con las Momias Chinchorro, Chile cuenta ya con seis sitios patrimoniales, según los estándares de UNESCO: las Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, el Parque Nacional Rapa Nui, las Iglesias de Chiloé, el Campamento Sewell, el área histórica de la ciudad portuaria Valparaíso, y el Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino.
Los Chinchorro
Los Chinchorro vivieron de la caza, la pesca y la recolección de frutas hace más de 7.000 años, en una zona desértica que abarcaba el norte del actual territorio chileno y el sur de Perú. Hasta ahora se hallaron unas 300 momias en diferente estado de integridad. Desde 1994, han sido clasificadas como momias rojas, momias negras, y con vendaje.
La técnica de momificación de los Chinchorro consistía en la remoción de órganos, vísceras y tejidos. Luego retiraban la piel del cuerpo y reconstruían la estructura corporal con palos y pelo animal. El último paso era coser una melena corta de pelo negro al cuero cabelludo del difunto. Finalmente, pintaban las momias de negro y rojo con tierras de colores, pigmentos, manganeso y óxido férrico.
"Son cuerpos que están muy finamente elaborados por especialistas; hay una sutileza, una obra maestra creativa de estas primeras poblaciones", sostuvo Arriaza, también director del Centro de Gestión Chinchorro de la Universidad de Tarapacá de Arica (UTA).
La Unesco preservará tres sitios: el Museo Arqueológico de UTA, que funciona en el casco antiguo de la ciudad de Arica. En su subsuelo se encontraron momias que son expuestas allí miso donde fueron halladas.
El segundo sitio que conservará UNESCO está compuesto por los faldeos del Morro de Arica, un emblemático promontorio de unos 100 metros de altura, ubicado a pocos metros de la costa del océano Pacífico, donde se encontraron cementerios con momias.
Por último, el tercer sitio patrimonial se encuentra en el municipio de Camarones, 75 km al sur de Arica, donde hay vestigios de asentamientos y más momias.
Momias intoxicadas
Las razones de por qué momificaron a sus muertos es un enigma. Arriaza lanzó en 2005 la "hipótesis del hidroarsenicismo", referida a una posible intoxicación por arsénico debido al agua que consumían los Chinchorro en sus asentamientos en Camarones.
En esa área, los niveles de arsénico en el agua eran muy altos, lo que habría causado partos prematuros, abortos espontáneos, niños con bajo peso, y una alta mortalidad infantil. Bajo esta premisa, la momificación sería "una respuesta emocional de los padres frente al dolor de estas pérdidas; los fueron pintando y cada día, esta técnica de ornamentación, se fue volviendo más elaborada", explicó el antropólogo Bernardo Arriaza.
Las autoridades de Arica crearon la Corporación Chinchorro Marka, para que administre y proteja estos sitios arqueológicos que ya son Patrimonio Mundial de la Humanidad.