Paloma Valdivia: la ilustradora chilena que triunfa en el mundo
Ganadora del Grand Prix de la Bienal de Ilustraciones Bratislava, nominada al Premio Hans Christian Andersen, considerado el nobel de la literatura infantil, e invitada de honor de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia 2024, esta autora se ha convertido en un referente de la ilustración más allá de las fronteras nacionales. Los ojos están puestos sobre ella.
No puede estar viviendo un momento profesional más dulce la ilustradora y editora de libros chilena Paloma Valdivia. Y es que será la invitada de honor de la gran Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia 2024, que se realizará entre el 8 y 11 de abril, donde, además, ilustró la portada del anuario 2024. “Es una de las cosas más importantes y simbólicas que me han sucedido”, dice en entrevista con DIRAC.
Como si fuera poco, allí sabrá si será la ganadora del Premio Hans Christian Andersen, considerado el Nobel de la literatura infantil, ya que forma parte de la lista corta de nominados. Un inmenso mérito en sí mismo y que responde a un “trabajo enorme, colectivo y de varios años”, explica la autora.
Todo esto viene después de un 2024 de éxito y reconocimiento a su trabajo al ganar el Gran Prix en la Bienal de Ilustraciones Bratislava por su trabajo en el “Libro de las preguntas” de Pablo Neruda publicado por Enchanted Lion Books, USA, 2022. Sin lugar a dudas, han sido años excepcionalmente positivos en su carrera profesional. “No creo en la suerte, creo en el estudio y en la capacidad de ver las oportunidades”, agrega.
Sobre estos logros, el recuerdo de los inicios de su carrera, sus procesos creativos y proyectos futuros tras Bolonia nos habla una talentosa Paloma Valdivia quien, en los últimos años, se ha convertido en referente del mundo de la ilustración y un gran aporte para la literatura infantil en Chile y su difusión en el extranjero.
Valentina Cruz, quien fue maestra tuya te enseñó que “esta pasión desde niña (ilustración) podría transformase en trabajo” al mostrarte que en Europa existía un mercado laboral. Lo hizo con diapositivas de la Feria de Bolonia. Ahora tú serás homenajeada allí y crearás la portada del catálogo 2024 de esa destacadísima feria. Un gran logro, ¿no?
Valentina Cruz mostró las diapositivas de la Feria de Bolonia en la primera clase que tuve con ella. De inmediato convertirme en ilustradora y asistir a la Feria de Bolonia se transformaron en mi norte. Entendí que en ese lugar podría aprender y conocer el mercado de la ilustración en países desarrollados culturalmente. Con los ahorros de toda la vida y con mi querida amiga Bernardita Ojeda, hoy gran animadora, nos fuimos recién egresadas a Bolonia. El impacto fue enorme, todo lo que habíamos imaginado quedaba pequeño al intentar describir lo que fue ese lugar en la primera visita. Toda la hermosa ciudad giraba en torno a la ilustración, las galerías de arte, las librerías, las bibliotecas, los museos, las calles estaban llenas de jóvenes llevando portafolios bajo el brazo, los autores famosos daban charlas y uno podía mostrar su trabajo si tenías la paciencia de hacer unas colas infinitas. Tuve que necesitar varias ferias más para entender como podía acceder a las editoriales en las que quería publicar. El catálogo de ilustradores de la feria se transformó cada año en mi libro de cabecera. Bolonia es mi escuela, ser la invitada de honor e ilustrar la portada del anuario 2024 es una de las cosas más importantes y simbólicas que me han sucedido, no solo a nivel laboral, también humano. Años de perseverancia y esfuerzo al servicio de la gran pasión que siento por la ilustración y las infancias.
¿Cómo surgió esta gran oportunidad de participar activamente en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia, el evento más importante en el rubro?
La mayoría de los grandes premios internacionales de ilustración están conectados. El 2023 gané el Grand Prix en la Bienal de Ilustraciones de Bratislava por las ilustraciones del ‘Libro de las preguntas’ de Pablo Neruda publicado por Enchanted Lion Books, USA 2022. Quien gana ese premio es el invitado de honor a la Feria del libro infantil de Bolonia 2024, ilustras la portada del anuario, te hacen una entrevista en el interior, una exposición en el corazón de la feria y charlas. El Andersen corre por un carril similar, pero no es a través de un libro que puedes acceder a él, sino que es por trayectoria.
Justamente en Bolonia sabrás si recibirás el Premio Hans Christian Andersen. ¿Tienes aspiraciones de ganarte el premio?
Estar en la shortlist de los premios HCA 2024 es en sí un inmenso merito. A este premio lo llaman el pequeño Nobel debido a su importancia en el mundo de la Literatura Infantil Juvenil (LIJ). Fue gracias a un trabajo enorme, colectivo y de varios años que logré estar postulada. Ibby Chile me invitó a participar, luego con mis agentes Puentes Agency, comenzamos a preparar un dossier que incluía mucha información, reportajes y entrevistas en idiomas, todos los libros traducidos, reseñas de medios importantes internacionales, cartas de gente admirada de la LIJ que recomendara tu trabajo y mucha otra información. En el equipo trabajamos con una periodista, una diseñadora, una traductora más el equipo de la Agencia, Ibby y yo. Además del esfuerzo me gustó mucho ver toda mi vida laboral en orden, los libros traducidos a todos los idiomas, todos reportajes relevantes juntos y ordenados y realmente me sorprendí de todo lo que he hecho en un poco más de 20 años.
Concordemos que este 2023 y 2024 han sido años excepcionalmente positivos en tu carrera internacional, en la internacionalización de tu trabajo y creaciones. ¿Pensaste que llegarías a este punto cuando comenzaste tus estudios?
Siempre, desde el inicio de mi vida laboral, me he ido poniendo metas año a año, soy ordenada y concreta. Pero todo este boom de premios sucedió muy rápido, junto e inesperadamente. Ha sido resultado de un trabajo hecho muy a conciencia del “Libro de las preguntas” de Pablo Neruda publicado por Enchanted Lion Books, USA 2022, que me tomó 6 años y en él me sumergí en una investigación profunda de cómo entender e ilustrar preguntas poéticas sin responderlas. Apenas salió publicado el libro fue Best Seller en el The New York Times, ganó el Premio Green Island de Nami Concours, Korea 2023, luego vino el Grand Prix de la Bienal de Bratislava, la invitación a la Feria de Bolonia y la nominación al Andersen. No creo en la suerte, creo en el estudio y en la capacidad de ver las oportunidades. Esto has sido resultado de mucho trabajo, pasión y gente que ha confiado en mi trabajo en distintos momentos de mi vida laboral.
Procesos creativos
¿Y cómo surgió la idea de ser ilustradora? ¿cuáles han sido tus influencias?
Desde que tengo recuerdos siempre me gustó dibujar, por ello fue natural estudiar alguna profesión artística. Estudié diseño en la Universidad Católica y también tomé algunos ramos de arte. En esa época no se hablaba de ilustración como un oficio y deambulaba un poco entre el diseño y el arte. Fue ahí donde Valentina Cruz aparece y se convierte en mi maestra y persona clave en la decisión de seguir este oficio. Su ramo se llamaba ‘Seminario de Ilustración” y durante un semestre ilustrabas un cuento. Al final del curso se hacía una exposición en el patio de los Naranjos, venía un jurado y al ganador se le pagaba y publicaba el libro a través de Editorial Andrés Bello. Lo hice dos veces, la segunda mi proyecto fue ganador.
Al mismo tiempo, esa exposición fue visitada por las Editoras de Amanuta, que estaban buscado un ilustrador para su primer libro, “Kiwala Conoce el Mar”. Ese libro se transformó en mi proyecto de título y en el ganador de un tercer lugar en la Bienal de Eslovaquia (2001) y de ahí en adelante nunca más dejé de ilustrar.
Sobre tus procesos creativos, ¿Cómo enfrentas un nuevo proyecto? ¿qué te inspira?
Hay distintos tipos de proyectos y diferentes modos de enfrentarlos. Mis favoritos son los escritos e ilustrados por mí. Surgen a partir de una idea que se transforma en algo recurrente que empieza a crecer y tener forma. Este proceso puede tomar años. Lograr ver una idea como algo nítido es muy complejo y trabajoso. Al principio casi todo sucede en mi cabeza, tengo muy buena memoria y soy capaz de ir guardando versiones y cambios solo en mi memoria. Cuando esta idea ya está bien desarrollada a nivel de texto e imagen hago los primeros bocetos que muchas veces son los únicos. Luego de eso busco referentes en la pintura, en otros libros, en películas, en la música. Y cuando tengo claro como quisiera que se viera el libro comienzo a dibujar unos bocetos más acabados en los que pruebo técnicas y colores. Todo este proceso puede durar unos cuatro años. La mayor parte de él sucede en mi cabeza.
Durante tu trayectoria, ¿Cuáles han sido tus aprendizajes/desafíos?
Tengo siempre un desafío, me gusta contar algo grande con poco recurso. Lograr decir algo potente o emocionante con muy pocas palabras y un mínimo de información gráfica me fascina. Desde lo literario pienso en Juan Rulfo y Pedro Páramo. En lo gráfico en la rupestre, inmensas historias contadas con un mínimo de palabras y pocos trazos. No es nada fácil, pero he ido perfeccionando la técnica.
A tu juicio, en qué momento se encuentra la ilustración nacional y su proyección exterior, y en este sentido, ¿qué consejo le darías a estudiantes de tu profesión?
La ilustración chilena hace tiempo que está pasando por un buen momento. Hay carreras de ilustración universitarias, editoriales dedicadas al tema, exposiciones, concursos, referentes a quien seguir y admirar. Las mejores editoriales internacionales tienen a ilustradores chilenos en sus catálogos o están empezando a hacerlo. Aunque lamentablemente como ilustradora, creo que hoy es más rentable trabajar para el exterior que para Chile mismo. Hay muy pocas instancias de compras públicas. Por otro lado, los libros son muy caros debido al gran impuesto que tienen asociado. Eso hace que los derechos de autor sean muy bajos, que las editoriales tengan que pagar muy poco a los ilustradores e incluso a que estas no sobrevivan. Chile está logrando excelencia en el mercado internacional de libros para niños, para que el mercado siga creciendo saludable necesitamos mejores políticas públicas que garanticen la llegada de libros a todas las bibliotecas de Chile, de ese modo también lograremos que los niños y niñas de Chile tengan acceso a la cultura y al mundo.
¿Qué proyectos futuros tienes tras Bolonia de abril 2024?
Por lo pronto fui invitada por el Consejo de las Culturas, el Patrimonio y las Artes para ilustrar la gráfica de Chile en las Ferias del libro internacionales como Bolonia, Buenos Aires, Frankfurt, etc.
Continuo como editora de Ediciones Liebre, Editorial destinada a primera infancia, junto a Mónica Bombal que este año salió seleccionada por segundo año consecutivo a los BOP 2024. Y por último, el proyecto que más deseo concretar es lograr publicar el que sería mi quinto libro como autora integral, ojalá encuentre el tiempo para hacerlo.