Las cinco obras que representan a Chile en la Bienal de Arte de Venecia 2024
Tres pinturas provienen del Museo Nacional de Bellas Artes, una del Museo Gabriela Mistral de Vicuña y la quinta del GAM. Todas se exhiben en la exposición central de este evento en Italia que durará hasta el 24 de noviembre.
Martes 16 de abril de 2024
Durante su visita a Chile, el comisario de la 60º Bienal de Arte de Venecia, Adriano Pedrosa, seleccionó cuatro obras del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio para formar parte del encuentro más relevante de las artes visuales del mundo, el que se desarrollará en la “cuidad de los canales” de Italia hasta el 24 de noviembre.
Por entonces, el curador de esta muestra escogió tres obras del Museo Nacional de Bellas Artes y una del Museo Gabriela Mistral de Vicuña, a la que se sumó un mural, resguardado por el Centro Gabriela Mistral (GAM). En total, serán cinco las propuestas nacionales que se exhibirán en la exposición central de la Bienal de Venecia titulada “Stranieri ovunque” (“Extranjeros por todas partes”), debate central de este encuentro.
De esta manera, la Bienal de Arte de Venecia 2024 se centrará en los grandes debates contemporáneos: en el movimiento fronterizos de personas, reflejando diferencias condicionadas por la identidad, nacionalidad, raza, género, sexualidad, riqueza y libertad. La muestra reúne producciones de artistas inmigrantes, queer, outsiders, autodidactas e indígenas, consagrando lo extranjero y haciendo honor a la naturaleza del evento.
Durante su visita a Chile, Adriano Pedrosa, comisario de la Bienal de Arte de Venecia 2024, fue quien seleccionó las obras chilenas que se exhiben en Italia.
Nota: Con información del ministerio de las Culturas
“La Viajera” (1928). Pintura de Camilo Mori facilitada por el Museo Nacional de Bellas Artes; un óleo sobre tela que representa a Maruja Vargas, esposa del pintor y que busca transmitir la atmósfera de un viaje.
“La Negra” (1931). Obra de María Aranís que forma parte de la producción de artistas chilenas que, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, lucharon por un espacio en la escena local representando a mujeres de estratos populares e indígenas.
“Millaküyen". De Celia Leyton, donde la autora se representa a sí misma vestida con indumentaria y joyería mapuche.
“Retrato de Gabriela Mistral, 1914-1916”. Pintada por Laura Rodig, quien conoció a la poeta siendo una adolescente, con quien mantuvo una relación afectiva y profesional.
“Mural Bordadoras de Isla Negra” (1972). Dieciséis son las mujeres que dieron vida a este mural que incorpora elementos locales y escenas de sus propias historias personales. El bordado fue robado tras el Golpe Militar y regresó, finalmente, al GAM.
