Canciller Alberto van Klaveren recibe donación de cuadro conmemorativo de Embajador sueco que ayudó a cientos de chilenos perseguidos durante la dictadura
El retrato corresponde al diplomático Harald Edelstam, quien protegió y dio asilo a más de 500 personas perseguidas tras el Golpe Militar.
En una ceremonia encabezada por el Canciller Alberto van Klaveren, la Embajada de Suecia en Chile donó un cuadro retrato del diplomático de dicho país, Harald Edelstam, quien protegió y dio asilo a más de 500 personas perseguidas por la dictadura luego del Golpe Militar.
El evento contó, además, con la participación de la Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente; el Embajador de Suecia en Chile, Tomás Wiklund; la directora ejecutiva de la Fundación Imagen de Chile, Rossana Dresdner, entre otras autoridades.
El cuadro es una obra del artista Fabian Edelstam, nieto del embajador sueco, que viajó especialmente para hacer entrega del retrato. El Canciller le agradeció por su contribución a la memoria de ambos países y destacó que “recordamos a Harald Edelstam por su valentía y la fuerza con que sostenía sus convicciones democráticas y humanitarias”.
“‘Simplemente, no puedo tolerar la injusticia’, dijo alguna vez Edelstam, y sobre esa afirmación tan claramente expresada salvó muchísimas vidas en Noruega, en otros países y en Chile, tras el golpe de Estado que ocurrió hace cincuenta años”, agregó.
Por su parte, el Embajador Tomás Wiklund enfatizó que “la vida y actuación del Embajador Edelstam es un gran ejemplo para todas y todos sobre la importancia del coraje civil y los valores humanitarios” y agregó que “inició una corriente de refugiados que se prolongó hasta 1989. En total, Suecia ha acogido a más de 29 mil chilenas y chilenos. Hoy en día hay alrededor de 60 mil personas chilenas o con origen chileno en Suecia”.
Muestra de solidaridad internacional
El Ministro subrayó la contribución del país europeo no solo en el rol que tuvieron en el asilo de chilenas y chilenos en su sede diplomática en Santiago, sino también en la acogida de miles de compatriotas que debieron partir al exilio.
Bajo la gestión del exembajador sueco se otorgó asilo y ayuda en el traslado de refugiados permitiéndoles salir del país, convirtiéndose así en un defensor de los derechos humanos e instó a la comunidad internacional a tomar medidas contra lo que estaba ocurriendo en Chile.
El diplomático fue expulsado por las autoridades militares de la época, pero continuó trabajando por los derechos humanos como consultor en asuntos internacionales, trayectoria que lo llevó a recibir numerosos reconocimientos por su labor.
Cabe destacar que Suecia fue uno de los países que recibió el mayor número de personas exiliadas y actualmente es una de las comunidades más grandes de chilenas y chilenos en el exterior.